Título original: Beginners.
Director: Mike Mills.
País: Estados Unidos.Año: 2010.
Sinopsis: Oliver (Ewan McGregor) es un hombre relativamente joven que
empieza a replantearse su vida y sus relaciones amorosas a partir del
momento en que su padre Hal (Christopher Plummer), de 71 años, que ha
estado 38 años casado con su madre, le revela dos noticias tan
impactantes como inesperadas: que tiene cáncer y que, además, es gay y
tiene un joven amante.
Recién termino de ver una de las películas que más esperaba
de este 2011. Una película independiente, con un argumento sugestivo y un
reparto encantador, premiso más que suficiente para visionarla obligadamente.
El film comienza mostrándonos a Oliver, su protagonista, un
hombre solitario, atosigado, monótono, atiborrado de recuerdos que comparte con
Arthur, su mascota Jack Russell, que no deja indiferente. Con un ritmo lento, pero nunca tedioso, vamos introduciéndonos
así en el mundo de Oliver, su trabajo, las relaciones fraternales con su padre,
sus fracasos amorosos y la presencia perenne de su madre. Es entonces cuando vemos lo que
se quiere plasmar, que es precisamente eso, las etapas y relaciones humanas en sus
principios, sus diversas presencias y lo difícil que puede ser aprender. El Oliver buen hijo, que cuida y apoya a su padre en su
decisión de ser gay y feliz, aunque esté muriendo por un cáncer. El Oliver
amante, capaz de enamorarse aún después de sus desengaños. El Oliver buen
padre, que ama a su perro y confía en él como consuelo de su no satisfactoria
vida. Así pues, la película se va desarrollando de una manera única e interesante.
Cada historia lleva una sensibilidad transgresora exponiendo la vida, la
muerte, el amor, sin caer nunca en trucos baratos. Es una comedia dramática que
sublima frescura, y estilo, un estilo único. El amor y desamor, los encuentros clandestinos
y los escenarios pequeños y vistosos son pieza clave, cual película de Woody
Allen. El espacio y tiempo, las escenas más románticamente atrevidas, son concebidas cual película francesa de
antaño; aun así, exaltando el aludido estilo propio que regala el director.
Una maravilla de guion, a merced de un director promesa y de
unos actores milagrosos. McGregor siempre ha sido un excelente actor, pero
nunca le encontré la chispa necesaria para emocionar e identificarse, por eso quizás
digo que éste su mejor papel, el más emotivo de su carrera. Plummer derrocha
talento y profesionalismo en cada escena, es el rostro perfecto de la enfermedad,
un hombre fuerte y a la vez tan lleno de sentimientos; un personaje que este
actor borda prodigiosamente. Laurent, en su precisión de mujer triste y paradójica,
enamora, o mejor dicho, a los que ya lo estábamos nos lo rectifica. El resto
del reparto se despliega de forma relevante, ningún personaje es vano, y al contrario,
plenamente fascinantes… y Arthur, bueno, quiero un Arthur.
Una bella joya de arte. NOTA: 9/10
Wow, no se si le pondría 9, pero indudablemente es una películas excelente y brillante. Me encanta lo que hace Mills tras las cámaras. Adoro la música, las interpretaciones, el magnético argumento y el estilismo del realizador. Una de las mejores películas americanas del año. Saludos.
ResponderEliminarMe sumo a los elogios del film. Una pelicula que no me defraudó y llenó mis expectativas. Un reparto de lujo y una musica perfecta. El guion tan ingenioso tambien.
ResponderEliminarSaludos Carlos!
Que guapa Laurent. Quiero ver la película.
ResponderEliminarQue buena pinta tiene, y que necesario es a veces volver a empezar...
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