Director: Seth Gordon
País: Estados Unidos
Año: 2011
Sinopsis: Para Nick, Kurt y Dale, la única solución para hacer su rutina diaria más tolerable sería hacer desaparecer a sus insufribles jefes. Con la ayuda de unas copas de más y el consejo poco fiable de un ex convicto buscavidas, los tres amigos conciben un enrevesado y al parecer infalible plan para deshacerse de ellos. Sólo hay un problema: los planes mejor ideados sólo son tan infalibles como los cerebros que los concibieron.
A ver, a ver… una comedia negra sobre tres perdedores que
viven atormentados por sus respectivos jefes que son unos totales hijos de la
gran puta, se me antojaba, y bastante. Es que no hay nada más bueno que pasar
una tarde con una película que te saque algunas risas. Eso precisamente es lo
que me esperaba, una comedia del montón,
divertida pero olvidable. Sólo para el rato. Así que me senté a verla
sin mayores pretensiones… ¡OH, SORPRESA!
Mientras iba viéndola, me di cuenta que era mucho más
inteligente, divertida, negra y cachonda de lo que imaginaba. Como ya había dicho, son tres personajes con
distintos empleos, y claramente distintos jefes… una perra-bipolar-ninfómana y
sorprendentemente interpretada por Aniston, dispuesta a hacer cualquier cosa para
lograr lo que quiere, que es hacer de su empleado un esclavo sexual. También tenemos a Spacey, un tipo calculador,
al que sólo le interesa el poder, además de joderle la existencia al pobre de
Bateman. Por otro lado está Farrel, un
bebedor bueno para nada e insoportable para cualquiera.
Así vamos viendo como las víctimas se idean un plan para
acabar con sus jefes. Nos encontramos entonces con el desarrollo de él y las
situaciones tan miserablemente divertidas que éste trae. Además, también es ahí cuando podemos ver en
acción al singular personaje que interpreta Foxx. Motherfucker, un hombre
intimidante a simple vista, pero en realidad con una simpatía y simpleza transgresoras adentro.
Toca un tema que seguramente hará que muchos se encuentren
identificados, pues es sabido que los jefes no son precisamente las personas
más adoradas por los trabajadores.
Horrible bosses es una película sin más intenciones que
hacer pasar un buen rato al espectador con un argumento original; y dentro de
eso es perfecta. Jennifer Aniston, la
mejor del reparto a mi parecer, se sale del personaje de rubia simplona que
busca el príncipe azul, interpretado cantidad de veces, para antagonizar de
manera brillante una comedia no-romántica.
Spacey y Farrel de malos quedan excelentes. El trío protagonista no pasa de ser
simpático, pero sinceramente cumple, porque el mayor atractivo son sus jefes.
Una película que deben ver una tarde de domingo con un grupo
de amigos y les garantizo un rato más que agradable. Para no perderse. 8/10
