jueves, 28 de febrero de 2013

JEANNE DIELMAN, de chantal akerman

                                                                    

JEANNE DIELMAN,23 quai du commerce, 1080 bruxelles


Director: Chantal Akerman

País: Bégica

Año: 1976

Reparto: Delphine Seyrig, Jan Decorte












Jeanne Dielman es el paradigma de ama de casa universal. Se levanta antes del amanecer. Cocina para su hijo, le arregla los zapatos, lo despierta y lo envía a estudiar.  A veces cuida al bebé de una vecina que no conocemos y ocasionalmente sale. Hace algunas compras y vuelve a casa. En las tardes se prostituye. Come, teje, escucha a Beethoven, duerme y se levanta antes del amanecer.  Esta es la vida de Jeanne Dielman.
Chantal Akerman crea una obra incómoda. El rigor de su talento da vida de una forma magistral a sus imágenes. Disecciona la vida de una mujer viuda que vive con su único hijo y logra regalar al cine uno de los personajes más complejos y deliciosos de su historia,  como también una lección cinematográfica con alma.
Con un montaje analítico y llevada milimétricamente por una mano instruida, la cámara se vuelve una con la actriz Delphine Seyrig, para lograr uno de los méritos más grandes de la película, que es ver a ese personaje como un ser humano, uno tan cercano,  tan íntimo que la amamos y estamos en soledad con ella.
Akerman es dueña de una dirección estática, y como un espejo, tan estática como su protagonista. La directora desnuda de manera invisible a un personaje hermético, que no desea depender o acostumbrarse a alguien y que solo vive para su hijo, con el que tiene la relación distante de un adolescente con su madre.  Jeanne Dielman es libre, pero su libertad es limitada por su soledad. No es más que exclava de sí misma, y se ahoga en un pasado que la llevó a un amargo presente. Las vicisitudes de su vida la cubrieron con una coraza. No de muestra todo el amor que tiene para su hijo, y empieza muchas veces una carta que nunca acaba para su hermana que vive en Canadá.  Esta es la mujer con la que vivimos por más de tres horas. Una mujer común, infeliz y cansada que toma una decisión.
El plano final es tenebroso. Con una serenidad sobrecogedora, su rostro caído y su mirada fatigada revelan lo que sus palabras nunca dijeron.  Un film revelador, que respira vitalidad y crece tras su visionado. Una obra maestra impactante.















Hijo: Si fuera mujer, no podría acostarme con alguien a quien no amara.
Jeanne: No lo sabes, no eres mujer.






1 comentario:

  1. De acuerdo. Obra maestra. De lo mejor y más inpsirado de lo que he visto de Chantal Akerman.

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